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Dos veces el mismo río

A quienes han acompañado este viaje hacia la profundidad de los sentimientos, les ruego que no esperen a quedar sin sus afectos, para hacerles saber de la ternura que ellos despiertan en ustedes. Un día nuestros padres, hermanos, cónyuges, hijos y amigos del alma, se alejaran en busca de sus destinos, en ese momento, sería tremendo que te asalten los reproches por haberlos mirado pasar desde lejos, sin haberles transmitido la ternura que despertaban en ti, si no lo haces cuando aún estás a tiempo, te lamentarás luego que se hayan marchado y con amargura te reprocharas: “han pasado por mi existencia como un soplo, casi no los he visto pasar y ahora ya no es tiempo para demostrárselo”.

Dos veces el mismo río ha enmascarado detrás de los inocentes relatos la siempre repetida historia de los débiles y los poderosos; de los extremadamente tristes y sojuzgados, y los exultantes y dominantes. Encontrás en él la pobreza y la opulencia desmedida, el egoísmo y la solidaridad, el odio y el amor llevados incluso al paroxismo, el abandono y la sobreprotección.

Francisco, el Santo de Asís, nos dice: “de dos grandes amores surgieron dos grandes ciudades” del amor a sí mismo hasta el desprecio de Dios... La ciudad terrenal.  “Del amor a Dios y al prójimo hasta el desprecio de sí mismo... La ciudad divina

Dos veces el mismo río te las muestra... ¡Tú decides en cuál vivir!

Los colores del arcoiris

$10.000,00
Escribir sobre uno desde un lugar ajeno. Será porque ninguno de los relatos contenidos en este libro fue escrito en mi hogar. Escribir para otros desde sitios diferentes. Quizás porque mi historia estuvo signada por una suerte de nomadismo. Nacer en un lugar (provincia de Mendoza), ser criada y educada en otro (Buenos Aires), elegir finalmente mi lugar en el mundo (puede ser que me haya elegido a mí). Y en el medio, innumerables recorridos, atravesados por mis propias trayectorias de vida. Hace once años comencé a escribir estas crónicas, por dos razones. Una, de orden práctico, era que no tenía máquina de fotos y mi familia y amistades me pidieron que contara de ese viaje a Salvador de Bahía, tan soñado y esperado durante mucho tiempo. La otra, escribir para mi nieto Manuel, que en esos momentos tenía sólo dos añitos y yo pretendía que de alguna manera le quedara un registro de la abuela que le tocó en suerte. Pasó el tiempo, transcurrieron viajes, y de pronto, a punto de cumplir mis 70 años, descubrí que había escrito casi 400 páginas (enviadas por correo electrónico) y ya tenía seis nietos (cinco niños y una niña que apenas tiene unos días). Y me dije “¿dónde pongo lo hallado?”

Pescando a mi manera

$1.350,00
Memoria y recuerdos de un pescador que cuenta sus vivencias con el deseo de “llegar a la gran familia pescadora, a los que gustan de la pesca con el corazón, a los que convierten en un sueño el acto de pescar. Porque la pesca es algo muy especial: comienza como un aprendizaje, luego se va especializando y termina convirtiéndose en un arte: el arte de pescar”. Andrés (Tito) Morello, quien a sí mismo se califica como “pescador golondrina”, comenzó en este deporte por afición hasta convertirlo en una pasión. Entre sus consejos y recomendaciones: sentirse muy seguro; practicar mucho para adquirir la habilidad necesaria; confeccionar en lo posible todo lo que se pueda, como por ejemplo el armado de líneas; mantener todos los elementos en perfecto estado, piedra de afilar sobre todo; probar y mejorar, no solo copiar, sino avanzar siempre un paso más. Pensar y practicar. En lo posible, crear. Sobre todo, aprender a leer el agua, clavar y clavar. Siempre… En estas páginas desgrana su experiencia y anécdotas como registro de su admiración por la familia pescadora y el recuerdo de los compañeros.

Te acordarás de mi. Historias que huelen a cuento y poesía

Una vida de recuerdos que se construyen alrededor de la pelota de futbol, el Club Atlético, la ciudad de Carlos Casares, el barrio, la Escuela Nº 8, las ansias de jugar y los goles por venir, desde que el autor ingresa al Club a los 12 años imaginando glorias futuras hasta pasar luego a primera división, en la que se mantuvo durante 14 años.

Desde esos años de jugar con medias rotas, camisetas sudadas y pantalones sucios, con arcos sin travesaños, marcados con piedras y ropa amontonada, se van tejiendo amistades que entre la familia, la escuela y el Club conforman la red de una pequeña sociedad por la que desfilan los hermanos, la madre, el padre, las maestras, los equipos, los jugadores, el lugar, quienes hacen que –desde la cancha– la victoria fuera inolvidable y muy digna la derrota.

Como señala el autor: Atlético es mi familia, son mis hijos y serán los hijos de mis hijos. (…) Atlético es una herencia que se acepta sin hacer inventarios de ninguna naturaleza. 

Al final, una vida en la que no dar por perdida ninguna pelota…  Centro bien echado, ¡es gol!

Sobre el autor...

Gustavo Alejandro Oroño, nació en Carlos Casares, provincia de Buenos Aires, en el año 1960.

De familia modesta, fue el cuarto de los seis hermanos que sus padres Dora Inés Ludueña y Néstor Carlos Oroño concibieron, criaron y educaron. Trabajando desde muy chico supo del esfuerzo y del sacrificio, practicó deportes y dentro del futbol lugareño el Club Atlético es su referencia e identificación. 

Como su padre, tiene la afición de contar hechos, vivencias personales y familiares en ese derrotero que se da a lo largo de su vida errante por los distintos lugares a los que su trabajo en el Banco de la Provincia de Buenos Aires lo llevó.

De Libra, de Boca Juniors y de Atlético de Carlos Casares, gusta de la buena música, de las letras y sus verdades. Es incorrectamente político, enfáticamente buscador de la verdad, cercano al sentido común, y alejado de toda perfección abre y expone su personalidad con esta primera experiencia de escribir, contar y compartir sus emociones, puntos de vista y rastros de quien fue.