Relatos del alma
Le pongo títulos a mis textos para que se liberen de mí. Yo le llamo poesía a mis ideas, a lo que expreso desde mi interior, a mis sentimientos más desnudos a lo que interpreto de la vida y a la vida misma. Si alguien dice desde lo académico que lo que escribo no es poesía, le doy la razón. Si alguien dice que lo que escribo es poesía también le doy la razón. Mi palabra es resbalosa, un poco ingenua, arisca, atrevida. Tal vez alguien la sienta un poco irrespetuosa. Un poco lo es, pero sin malas intenciones. También es frágil y un poco indefensa. Exhala contradicción, puede ser arrojada al olvido o ser tenida en cuenta. Me doy por satisfecho si hace pensar y provoca preguntas. No escribo para mí sino para la otredad.
Juando